La retina por lo regular luce roja o naranja debido a que hay muchos vasos sanguíneos justo detrás de ella. Un oftalmoscopio le permite a un proveedor de atención médica ver a través de la pupila y el cristalino hasta la retina.
En ocasiones, fotografías o exámenes especiales de la retina pueden mostrar detalles que el proveedor no puede ver tan solo mirando la retina a través de un oftalmoscopio. Si otros problemas oculares bloquean la vista que el proveedor tiene de la retina, se puede utilizar una ecografía.
Cualquier persona que experimente los siguientes problemas de la visión debe hacerse examinar la retina:
- Cambios en la nitidez de la visión
- Pérdida de la percepción del color
- Destellos de luces o moscas volantes
- Visión distorsionada (líneas rectas que lucen onduladas)